Antes que nada, es primordial tener muy claras las actividades que quiere llevar a cabo en su empresa, es decir, si desea prestar servicios de telecomunicaciones como ‘Operador’ o simplemente va a distribuir como ‘Comercializadora’ los servicios prestados por otros operadores.
Para una empresa que se ha planteado formar parte del sector de las Telecomunicaciones, resulta básico saber diferenciar entre los conceptos de Comercializadora y Operador, ya que pueden provocar confusión y, más a menudo de lo que se piensa, terminan pasando factura antes o después. Además, en ocasiones pueden causar grandes conflictos que requieren de la intervención de la CNMC y suelen conllevar alguna que otra sanción (a modo de ejemplo, véase el expediente SNC/DTSA/021/15/CCFC).
Cuando una empresa actúa como Comercializadora o Distribuidora se dedica, a groso modo, a gestionar el servicio prestado por otro/s operador/es de comunicaciones electrónicas. Una comercializadora NO es responsable del servicio ante los usuarios finales, NO gestiona la numeración, NO tramita portabilidades como operador donante o receptor (a lo sumo, lo hace como intermediario), y TAMPOCO se preocupa de la calidad del servicio ni se encarga de resolver las incidencias con los clientes finales.
Por el contrario, la empresa que actúa como Reseller o Revendedora se encuentra en una situación totalmente distinta. En este caso, es necesario obtener las correspondientes licencias ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la consiguiente inscripción obligatoria en el Registro de Operadores, ya que realmente se está ejerciendo de Operador. Eso se traduce en que deberá encargarse de la prestación de los servicios ella misma, lo que implica realizar una serie de tareas que una comercializadora no hace: se responsabilizará del servicio y de su calidad ante los usuarios finales, gestionará la numeración, realizará portabilidades directamente y facilitará a sus clientes la mejor solución ante cualquier incidencia, entre otras actividades.
¿Operador o Comercializadora? ¿Conoce la diferencia?
Al no asumir las obligaciones del prestador de servicios de forma directa, la Comercializadora actúa como mera intermediaria en el proceso. Esto se traduce en la práctica que los clientes finales nunca serán de la empresa comercializadora, sino del verdadero Operador, para quién trabaja aquella. Por lo tanto, a su favor es cierto que la Comercializadora no tiene demasiadas preocupaciones en el día a día, pero en su contra tendrá cuesta arriba crecer en el muy difícil sector de las telecomunicaciones y su único beneficio provendrá de las comisiones que le correspondan por cada venta que pueda conseguir.
Sin embargo, la empresa que decide ser Operador o Reseller basa su actividad en el alquiler de los servicios de un proveedor externo para revenderlos a sus propios clientes finales y puede expandirse de tal manera que acabe prestando sus propios servicios. Con este escenario, es posible evolucionar a escalas mayores y convertirse, incluso, en proveedora de otros operadores minoristas.
Una vez analizadas las dos opciones: ¿Quiere trabajar para otros vendiendo sus servicios? ¿O prefiere ser un verdadero Operador y prestar los servicios a sus propios clientes? ¿Es Comercializador o Reseller? Si opta por esto último (la reventa de servicios) recuerde que es imprescindible la obtención de las correspondientes licencias para ser Operador. Si desconoce cuales son o no sabe cómo hacerlo, desde Asesoría Integral Teleco (AIT) le asesorarán según sus necesidades.
También es posible que ya tenga alguna propuesta comercial o incluso licencias adquiridas, pero no tenga claro el siguiente paso o siga preguntándose si ha elegido el camino correcto. Si todavía tiene dudas, póngase en contacto con AIT donde le informarán con todo detalle y le ayudarán a tomar la mejor decisión.
Confíe siempre en profesionales. Confíe en AIT.
Entrada original https://www.asesoriaintegralteleco.com/y-tu-eres-comercializadora-o-reseller-revendedor/
